¡Buenas tardes!
Hoy me voy a salir un poquito de lo normal y voy a comentar en mi página lo bien que lo pasé estos días en la semana del libro (y antes, por supuesto). ¿Cómo empezó todo? Pues ahí va mi odisea…
Jueves 14 de abril
Ese día cogí un autobús para Madrid. Me fui unos días antes para disfrutar y ver algunas cosillas y bueno, teniendo en cuenta que me tocó un autobús sin tableta para poder ver películas, y que las que echaban eran aburridas, tuve unas 5 horas de viaje algo aburrido.
Al menos llegué (después de una semana con doble trabajo por los días que no iba a estar).
Sábado 16 de abril
Fue el evento de Loranca al cual me invitó su organizadora, Sonia Maristegui. ¿Qué puedo decir? Me lo pasé genial, las mesas fueron muy amenas y en general me encantaron todas. Además me tocó un regalito y todo, una taza que la tengo en mi habitación.
Llegar allí… Bueno, digamos que el Tom Tom nos perdió unas 3-4 veces pero afortunadamente llegué, comí con la gente y nos lo pasamos genial. Le doy la enhorabuena a Sonia por el trabajo que ha llevado a cabo.
Lunes 18 de abril
De vuelta a Granada. E igual, autobús sin tableta y aburrida porque encima el conductor no colocó el audio para las pelis y nos tragamos una y media sin sonido. Pero bueno, tampoco es que las viera muy aptas para una autobús donde iban varios niños.
Martes 19, miércoles 20 y jueves 21 de abril
¡Colegio Las Mimbres de Maracena! Allí que fui, con un poco de nervios, para hacer charlas y cuentacuentos literarios. Los niños, unos amores, se interesaron mucho por las historias y los cuentos y las mamás me conocieron, así que muy contenta por cómo viví ese primer día con ellos.
En este caso he de dar las gracias a Ani y a Irina por hacerme un hueco en el colegio y abrirme sus puertas.
Miércoles 20 de abril
Por la tarde, a las 5.30, en la biblioteca de Otura tuvo lugar una charla conmigo y las novelas que he escrito. Fue bastante íntimo el encuentro y he de agradecerle a mi buen amigo Fabián que viniera y me hiciera compañía. Él sabe que le debo un café así que espero cumplirlo pronto.
Viernes 22 de abril
El viernes 22 de abril, desde antes de las 12 de la mañana, ya estaba en la Feria del Libro de Armilla, un evento que organiza la librería Cervantes junto con el Ayuntamiento de Armilla y que congregó a algunos de los escritores de la zona (y buenos amigos míos) como Estefanía, Patricia, Adriana, Manu, Paola, … Fue algo muy divertido y nos reímos un montón.
Por cierto, Manu, aún he de encontrar esa receta de esos cupcakes que tanto nos gustaron.
A Sole he de agradecerle los detalles que tiene siempre para nosotros. El boli me acompaña todavía para firmar y la libreta tiene un mensaje que me hace falta… ¡Hakuna Matata!
Sábado 23 de abril
Este era el día del libro y… ¿dónde me fui? Pues a un café literario en Motril que organizaba Judith Luque. ¿Cómo me lo pasé? ¡Absolutamente genial! Os lo recomiendo porque tras el café, que fue muy divertido, nos fuimos de tapas y, bueno, una cosa y otra acabamos llegando a casa a las 12.30-1.00 de la mañana (y el café era a las 4.30 de la tarde jajaja).
Con Judith y Verónika tuvimos unas risas… Creo que Ani aún se conduele del estómago y yo de la garganta. Por dios, hay que repetirlo.
Y por supuesto, aquí dejo el detallito que Judith me regaló por asistir y que le agradezco un montón (es el marcapáginas que ahora estoy usando jijiji).
Domingo 24 de abril
En este caso… ¡A la feria del libro de Granada! Y qué feria… Estuve en la caseta de la Librería Pipper de Guadix donde María, su propietaria, me recibió junto a Rocío y Carmen. Y la verdad es que me sentí muy arropada por ellas y por la gente que se acercaba.
De hecho, me encantó cuando una niña me pidió que le firmara mi libro y vi de reojo que el “papá” me hacía fotos y todo… ¡con cámara profesional, con objetivo y todo! Vamos, que fijo que vio todos los defectos míos jajajaja.
O cuando dos chicas se acercaron porque sabían que iba a estar y querían comprarme un libro para el día de la madre, para regalárselo. Me pareció un gesto dulce, no sólo el querer regalarle a su madre un libro, sino también el buscarme para que un libro mío fuera ese regalo. Me sentí honrada y muy contenta por ello. Sólo espero que le guste.
Y por supuesto, el detalle que María tuvo conmigo. No lo abrí delante porque estaba sin palabras y me quedé en blanco cuando vi el detalle, pero cuando lo hice me quedé… Uff, me llegó al alma. Muchísimas gracias, de verdad.
Y bueno, hasta ahí fue mi semana. El domingo por la tarde tocó descanso y esta semana es más relajada porque sólo tocan radios y otro día de feria (al final lo echaré de menos, ya os lo digo yo).